La historia de Land Rover en nuestro país ha sido algo discontínua, obedeciendo a las distintas políticas de importación adoptadas por los sucesivos gobiernos nacionales, que han variado considerablemente a través de los años. Este evento ha limitado en diversos períodos la entrada de automotores y otros bienes al país, siendo el resultado la existencia en la Argentina de solamente algunos modelos salteados de la marca, que trataremos de detallar en este artículo.
Junto con la historia, dentro del texto están también explicados los cambios que fueron experimentando los distintos modelos con el paso de los años, de ahí la extensión del mismo, pero es una forma por un lado de identificar correctamente los diferentes modelos que pueden encontrarse en el país y por otro una forma de aprender e informarse respecto de la evolución de la tecnología del Land Rover en el tiempo.
Los primeros Land Rover en entrar al país son los Serie I, particularmente entre los años 1951 y 1952, fácilmente diferenciables de sus predecesores del 1949 y 1950 (muy escasos) por estar ubicadas sus luces delanteras principales fuera de la parrilla y sus luces de posición en los guardabarros delanteros en vez de en el torpedo debajo del parabrisas. Otras diferencias menos visibles son el motor de 2 litros en vez del anterior de 1,6 litros, tracción delantera desconectable en vez del anterior sistema de doble tracción permanente con rueda libre y diferenciales de relación más larga. (4,7:1 en vez de 4,99:1)
Aunque hay en el país algunos modelos anteriores al 1951, son éstos muy escasos, probablemente hayan entrado solamente un par de unidades, y existe la duda si se importaron con intención de ser comercializados, ya que la mayoría de ellos perteneció a organismos como Ministerio del Interior, entre otros
La gran mayoría de los Serie I 80” que se encuentran en la Argentina poseen techo de lona, y en algunos casos se pueden encontrar con techo duro, cuya característica principal es la carencia de doble techo, a diferencia de los modelos posteriores. Cabe aclarar que la única distancia entre ejes disponible hasta 1954 es de 80 pulgadas, por lo que todos los modelos de estos años son cortos; más aún, los más cortos de todos los Land Rover.
El siguiente modelo que se puede encontrar en nuestro país es el Serie I de 1956 a 1958, esta vez con dos longitudes disponibles: 88” y 107” entre ejes, correspondiendo a los modelos corto y largo respectivamente. Los cortos son diferenciables de los modelos anteriores por las siguientes características: mayor longitud total, ventilete doble debajo del parabrisas en vez del simple del modelo anterior, parabrisas más bajo de marco construido en chapa en vez de caño, manijas de puerta exteriores embutidas en vez de interiores, tablero más grande y pedales en posición diferente.
Diferencias menos visibles son: la fijación de la caja de dirección en un soporte solidario al bastidor en vez de a la carrocería, pequeñas diferencias en el diseño del motor, la ubicación del filtro de aceite en el lado derecho del bloque del motor en vez del interior del guardabarros izquierdo, un motor de arranque mejorado, distribuidor de diseño más moderno, frente de la carrocería construido en chapa de acero en vez de aluminio, ballestas más anchas, junta universal de cruz en vez de las Tracta en los semiejes delanteros y otros detalles varios de menor importancia.
Las opciones de carrocería son esta vez más variadas que en el modelo anterior, habiendo tres versiones de carrocería para los de 88”: techo de lona, techo duro y techo duro Station Wagon, siendo este último diferenciable del anterior por la puerta trasera de apertura lateral, las ventanas alpinas ubicadas debajo del techo, las ventanas traseras a los costados de la puerta, los cuatro asientos laterales, los ventiletes del techo y el tapizado de éste.
En cuanto a los de 107”, más escasos que los de 88”, sólo se encuentran en versión Station Wagon (cinco puertas), y son fácilmente distinguibles por su singular apariencia; con sus bisagras y marcos de puerta exteriores, sus infinitos remaches y la gran cantidad de partes galvanizadas parece armado con un meccano. Es muy raro encontrar versiones pick-up del Land Rover 107” en el país. Las únicas diferencias mecánicas con su hermano menor (88”) son sus frenos de 11" en vez de los de 10” de aquel, con zapatas de 2” de ancho en vez de las más angostas de 1”, la bomba de freno de 1” de diámetro a diferencia de la de 3/4” y la incorporación de semieje flotante en el tren trasero, además de poseer llantas de 5,50” y rodado 7.50 x 16 en vez de llantas de 5.00” y rodado 6.50 x 16.
Al igual que con el modelo anterior, diversos entes, organismos y empresas argentinas contaron en la época con los servicios de estos Land Rover, entre ellos la Policía de varias provincias argentinas y la Cia. Hispano Americana de Electricidad.
Siguiendo en orden, el siguiente modelo en entrar al país fueron los Serie II y IIa de 1958 al 1962 aproximadamente, claramente diferenciables de todos los modelos anteriores debido al cambio de la serie y el consiguiente completo rediseño del vehículo, de aspecto mucho más agradable. Sus características generales son: carrocería completamente diferente, con bordes redondeados, zócalos que ocultan el o los tanques de combustible, capot doble en la mayoría de los casos con pozo para la rueda de auxilio, bisagras más pequeñas, parabrisas más bajo, trocha más ancha, ruedas que no sobresalen del plano de los guardabarros, pedalera colgante, embrague de mando hidráulico y semiejes traseros flotantes para todas las versiones.
Los primeros modelos de la serie, es decir los de 1958, y en particular los cortos, estaban todavía equipados con el antiguo motor IOE (cabeza en ‘F’) de 2 litros (el mismo que el del Serie I), pero en adelante su planta motriz fue reemplazada por el mucho más moderno y eficiente motor de 2,25 litros OHV (válvulas en cabeza), recientemente introducido y derivado del Diesel 2 litros. En cuanto a la transmisión no existen diferencias importantes respecto de los modelos anteriores, solamente pequeños detalles, como ser el reemplazo de la varilla de nivel de aceite de la caja de velocidades por el tapón de nivel en el lateral izquierdo de su carcasa y las diferencias de tamaño de los ejes debido al incremento de la trocha. Las opciones de carrocería de estos modelos existentes en el país son bastante completas para ambas longitudes de 88 y 109 pulgadas de distancia entre ejes. Los primeros (versión corta) pueden encontrarse con techo de lona, techo duro Station Wagon y techo duro (aunque estos últimos son algo difíciles de encontrar), con diferencias entre ellos similares a las del modelo anterior.
Entre los de 109” existen dos posibilidades: pick-up y Station Wagon, pudiendo los primeros encontrarse en su mayoría con cabina y caja abierta o techo de lona, siendo bastante raras las pick-up de esos años con techo duro; mientras que el Station Wagon posee cinco puertas y es por lo tanto su carrocería claramente diferente a la de la pick-up. Las únicas diferencias que existen entre las versiones 88 y 109” corresponden a la de los frenos y el rodado, como se indicó arriba para el Serie I, además de las obvias diferencias del bastidor y carrocería. Cabe aclarar que aunque en el país de origen existan ya motores Diesel como opción a los de ciclo Otto, es muy raro encontrar en Argentina vehículos con esta planta motriz en un Serie II.
El Land Rover Serie II fue reemplazado en 1961, luego de unos dos años de producción, con su sucesor: el Serie IIa. Aunque es un poco difícil distinguir éste de aquel a simple vista debido a que las diferencias entre ambos son menores: si se observa con un poco de detalle se puede ver que las ópticas delanteras carecen del aro cromado que las adornaba desde 1951 y están en cambio fijadas por detrás del frente de la carrocería, mientras que en el interior falta el brazo que asomaba detrás del volante en el lado derecho con el botón de la bocina, porque éste se ha mudado, nuevamente, al centro del volante, y las simpáticas perillas giratorias que abrían los ventiletes han sido reemplazadas por las más humildes y menos eficientes palancas que han permanecido hasta el último Defender.
Las diferencias mecánicas son un poco más notorias, siendo las más importantes el mejor diseño del pivote de la dirección, los brazos de dirección ubicados por debajo de la bocha en vez de arriba, un perno del engranaje intermediario de la caja de transferencia de diámetro mucho más generoso, que obligó a una relación de baja algo más larga que en los modelos anteriores.
Entre los organismos que han utilizado este modelo de Land Rover se encuentran la compañía petrolera Shell, que en la época del gobierno de Frondizi posea una flota de aproximadamente 50 vehículos en sus campos petroleros del sur de nuestro país, y la Fuerza Aérea Argentina que contaba con algunas unidades de 88” SW SIIa, además de algunas embajadas.
Es posible encontrar en la Argentina una cantidad algo importante de Land Rover Serie IIa late (posteriores), cuya diferencia más notoria con su predecesor es la ubicación de los faros principales en la cara frontal de los guardabarros en vez de en el frente, cambio que a partir de 1969 la fábrica se vió obligada a introducir por problemas legales en la mayoría de los mercados donde se comercializaban los vehículos, siendo Estados Unidos el pionero en esta exigencia.
Otras diferencias menos visibles son: el panel de instrumentos con llaves de palanca con sus carteles indicadores, reemplazo del amperímetro por un indicador de temperatura, luces indicadoras dentro del velocímetro, limpiaparabrisas con un solo motor ubicado dentro del tablero en el lado izquierdo, volante con rayos simples, llave del indicador de viraje en la columna de dirección, zócalos más bajos y calefactor rectangular ubicado en el centro del panel del torpedo en vez del redondo anterior ubicado del lado izquierdo, entre otras. Al no haber importación durante aquellos años, estos vehículos fabricados entre 1969 y 1971 ingresaron al país a través de distintas empresas, instituciones, organismos, embajadas, etc., como ser las Naciones Unidas y Fabricaciones Militares, entre otras. Este último organismo importó seis unidades 109" Station Wagon con motor 6 cilindros y color azul para el Plan Cordillerano, llevado a cabo a mediados de la década de 1960 para la prospección de cobre en Mendoza y Neuquén.
Otro ejemplo claro lo constituye la empresa constructora de la central hidroeléctrica del Chocón, que importó 20 pick-up Serie IIa (con volante a la derecha) para trabajar en su construcción en la década de 1970. Finalizada la obra estos vehículos salieron a remate y fueron adquiridos por particulares u otras empresas.
Como es de esperar, una notable cantidad de estos Land Rover luego de los duros trabajos y las arduas condiciones a los que fueron expuestos los primeros años de su larga vida, siguen aún al día de hoy funcionando todos los días y circulando por los caminos de nuestro extenso pais.
El siguiente modelo en entrar al país fue el Serie III, pero esta vez proveniente de España y fabricados por la Metalúrgica de Santa Ana y de ahí su denominación: Land Rover Santana. Dicha empresa es la única en la historia de la marca que obtuvo la licencia para fabricar completamente los vehículos Land Rover, y así lo hizo desde 1958, año en que comenzó a producir hasta 1984, año en que venció el contrato. Las diferencias con su hermano el Serie III producido en Inglaterra son mínimas, pero con los modelos anteriores son varias, como se ve a continuación.
A simple vista, se puede distinguir un SIII por su parrilla de plástico, de forma más redondeada que la de su hermano más viejo (el IIa late) y por sus bisagras de puerta planas; aunque las bisagras del capot y del parabrisas son tambien diferentes, es algo más difícil notar esos detalles. Algunos Santana tienen chassis tipo militar, distinguibles solamente por la forma de su travesaño trasero, siendo éste recto y con paragolpes en forma de cajón, a diferencia del modelo civil, con las puntas de menor altura que el centro y los clásicos paragolpes tipo “manija”.
En el interior se puede ver que éste ha sido totalmente rediseñado, con el tablero de instrumentos ubicado detrás del volante para una mejor comodidad, la palanca del freno de mano es más larga, la llave del indicador de viraje en la columna de dirección tiene tambien el conmutador de luces, la bocina y el guiño, mientras que la llave de contacto se ubica del otro lado de la columna. Las llaves de luces, luz de panel, limpia parabrisas y ventilador del calefactor son del tipo de palanca y se ubican a la izquierda de los instrumentos, mientras que un tablero auxiliar ubicado en el centro de la guantera lleva el interruptor de la baliza y la llave inversora del marcador de combustible, en caso de que tenga dos tanques (modelos 109” con motor a nafta). Existen detalles menores, como el cierre de las ventanillas a rosca en vez de los anteriores de ¼ de vuelta, entre otros.
Las diferencias mecánicas son: motor de 8:1 de compresión en vez del anterior de 7:1 (en la versión de nafta), con el consiguiente incremento de potencia y mayor diámetro de muñones de bancada. Sistema eléctrico con alternador en vez del dínamo que equipaba unidades anteriores y motor de arranque más potente. El embrague es ahora de diafragma, no de resortes, y de diámetro mayor, que extiende su vida útil. La caja de velocidades cuenta ahora con las cuatro marchas hacia delante sincronizadas, cuando todos los modelos anteriores solo contaban con dicha ventaja en la 3ra. Y 4ta. velocidad, mientras que la caja de transferencia no ha sufrido modificaciones importantes.
El eje trasero de los modelos 109” es del tipo ENV, en vez del tipo Rover de los modelos anteriores, claramente distinguible por su enorme tamaño, el cual posee diferencial con cuatro satélites en vez de dos y semiejes de mayor diámetro y 24 estrías en lugar de 10, haciéndolo aún más robusto. El eje delantero no tiene diferencias notorias con los modelos anteriores, como así tampoco el sistema de frenos. Las opciones de carrocería de los Land Rover Santana que entraron al país, mayormente entre 1979 y 1982, no eran muy variadas. Aunque existen más o menos la misma cantidad de modelos 88 y 109”, todos ellos eran versión pick-up con cabina y caja abierta, habiendo algunas excepciones con techo de lona y menos con techo duro, aunque éste último se comercializó luego como accesorio. Muy pocos existen modelo 88” “Especial”, que es la versión española del Station Wagon, y los equivalentes en 109” son realmente raros. Como contrapartida a esta desventaja, existen por primera vez dos opciones de motor: a nafta y Diesel (3 bancadas), si bien los primeros son más abundantes.
Cabe mencionar que en este período de importación tambien ingresaron al país muy pocos ejemplares de Range Rover provenientes del Reino Unido, pero por su escasez no vamos a exponer acerca de éstos en el presente texto.
Entre 1982, año en que cesó la importación luego de la guerra de Malvinas, y 1993 no hubo entrada formal al país de vehículos importados, así que los escasos Land Rover que entraron dentro de este período fueron importados por particulares o empresas.
En 1993 el primer modelo en ingresar fue el más nuevo de la familia de Land Rover: el Discovery, introducido al mercado internacional solamente cuatro años antes. Este hecho, sumado a la realidad que hasta ahora el Land Rover fue sinónimo en Argentina de vehículo de trabajo (los Range Rover eran muy escasos en esta época y la cantidad en el país dificilmente superaba las diez unidades) hicieron que el Discovery causara un gran impacto y fue un éxito inmediato. La mayoría de los modelos de esos años que hay en el país son con carrocería de 5 puertas, motor Diesel 200 Tdi y caja manual LT-77. No obstante existen muy pocas unidades con 3 puertas y/o motor V8 3.5 litros a inyección.
En 1994 Land Rover presentó la nueva versión de este integrante: el 300 Tdi, que si bien no es una nueva serie los cambios son numerosos: no solo se reemplazó el motor 200 Tdi por su legendaria evolución, denominado 300 Tdi, sino que la caja de velocidades LT-77 se reemplazó por la muy mejorada R-380. Estos dos nuevos componentes (motor y caja) resultaron tan notables que el 300 Tdi se fabricó hasta el 2000, fecha en que tuvo que ser reemplazado en Europa por cuestiones ambientales, pero en 1996 Land Rover vendió el diseño a la fabrica International Engines de Brasil, donde fabricaron el motor Maxxion (una version muy similar del Tdi) por más de una década y equipó a una gran cantidad de vehículos, entre ellos Ford, Chevrolet y Mercedes, y desarrollaron además una versión de 2.8 litros y con turbo de geometría variable, lo que demuestra la robustez y versatilidad del diseño. La caja R-380 se reemplazó recién en el Defender 2007, por lo que tuvo una muy larga producción.
Los cambios en la carroceria fueron también numerosos: las ópticas y faros de giro más grandes, las punteras plásticas de ambos paragolpes también, faros de giro y posición en el paragolpe trasero y espejos de mayor tamaño y forma más redondeada.
Los cambios en el interior también fueron importantes: un nuevo tablero de instrumentos, un nuevo volante y consola central supusieron una notable modernización, junto con el agregado de una guantera y en los modelos posteriores a 1997 una alarma original con mando a distancia y la incorporación de la antena de la radio en un vidrio trasero. Este modelo tuvo un gran éxito en el país, y se importaron en grandes cantidades pero sólo en versión de 5 puertas y 7 asientos, en su gran mayoría con motorización Diesel y caja manual, aunque existen una cantidad equipados con la muy confiable caja automática ZF 4HP-22 de 4 velocidades. También hay unos cuantos Discovery de estos años con el nuevo motor V8 3.9 litros y caja mayormente automática, aunque tambien entraron un puñado con motor V8 y caja manual.
La mayoría de los Discovery son con equipamiento base, pero hay también unas cuantas unidades en versiones XS (asientos combinados, frenos con ABS y decoración exterior) y el ES que era la versión más lujosa, con asientos eléctricos tapizados en cuero, frenos con ABS, doble airbag, llantas de dos tonos y techos con comando eléctrico.
A mediados de 1994, junto con la nueva serie de Discovery 300 Tdi, ingresaron por primera vez los Defender, tambien en versión 300 Tdi y al igual que el Discovery con la nueva caja R-380. El Defender tambien marcó un hito en la historia de la marca en el país, debido a que comparado con el último Land Rover que se conocía localmente (el Serie III de 1980) y habiendo el público local salteado toda la evolución intermedia (el One Ten, etc.) era mucho más avanzado en comparación, con tracción integral, caja de 5 velocidades, motor mucho más potente, freno a disco en las 4 ruedas, suspensión con resortes helicoidales, entre otras mejoras, lo cual colaboró a garantizar su inmediato y completo éxito, tanto entre usuarios particulares como una gran cantidad de entes públicos y privados.
Compañías mineras (Bajo la Alumbrera, Techint, etc.), de telecomunicaciones (Telecom, etc.) y un importante número de empresas privadas de todos los rubros imaginables pronto adoptaron al Defender como vehículo principal para despazamiento de personal y cargas en zonas inhóspitas en todo el país. Numerosos entes gubernamentales hicieron lo mismo, como Gendarmería Nacional, la Administración de Parques Nacionales, la Comisión Nacional de Comunicaciones, y no pocos departamentos de policía y bomberos de varias provincias, entre otros.
Durante este período la gran mayoría de los Defender ingresados al país fueron 110 Station Wagon, en versiones de 10, 11 y 12 asientos, ya que al registrarse como transporte de pasajeros gozaban de menor carga impositiva que como vehículo de carga y por tanto resultaba económicamente más conveniente. Las versiones de este modelo eran tres: base (con pintura de color sólido, molduras de guardabarros negras, tapizados de cuerina y alfombras de carrocería de goma), base con A/A (igual que el base pero con equipo de aire acondicionado y alfombras de buclé, además de un mejor aislamiento de la carrocería) y County, la versión más lujosa (pintura metalizada y molduras del mismo color, calcos exteriores laterales y tapizados de tela, y en los modelos más nuevos llantas de aleación de 7").
También ingresaron unos cuantos 90, algunos base con techo de lona, otros pocos en version Station Wagon County pero la versión más numerosa es la Sport, caracterizados por tener carrocería generalmente en color rojo o amarillo, barra antivuelco, lona de vinilo negra, tranquera porta rueda de auxilio y defensa delantera y paragolpes trasero característicos del modelo, así como llantas de aleación. Hay también una cantidad algo limitada de pick-ups de gran capacidad, que fueron casi en su totalidad propiedad de empresas, y contadas unidades de 130".
En la actividad comercial, donde más se destacó el Defender 110 SW (y lo sigue haciendo todos los días) es en el rubro del turismo aventura, ya que es ideal para esa tarea por su capacidad de pasajeros, su gran visibilidad y sus únicas aptitudes todo terreno. Una gran cantidad de empresas del rubro cuentan con el Defender 110 para llevar a turistas de todo el mundo a recorrer las inigualables atracciones turísticas y los vastos paisajes naturales de este enorme país, accediendo a lugares que son inaccesibles para otro tipo de vehículo y brindando al turista una experiencia única.
La apertura de la importación en 1993 permitió (por poco) la entrada de algunos de los últimos Range Rover Classic que se fabricaron, ya que esa serie fue discontinuada en 1995. Esta útima versión de este ícono de la industria automotriz es el más mejorado, con un aspecto exterior muy modernizado respecto de las versiones anteriores y un interior que si bien comparte algunos componentes del tablero con el Discovery contemporáneo es mucho más lujoso, con asientos de cuero, terminaciones en madera y un equipamiento acorde a la categoría del vehículo.
Hay versiones con el legendario motor V8 3.9 y también ingresaron algunos con motor 300 Tdi y caja manual R-380 y algunos automáticos con la caja de ZF de 4 velocidades. La transmisión de estos modelos se diferencia de las versiones anteriores y del Discovery contemporáneo por estar equipados con la caja de transferencia Borg Warner, con transmisión a cadena y consiguiente funcionamiento más suave y silencioso que la clásica transfer LT-230.
En 1995 hizo su entrada la nueva versión de este clásico: el New Range Rover, conocido también por su denominación interna, P38. Este vehículo se importó en sus tres motorizaciones disponibles (V8 4.0 / 4.6 y el BMW 6 cilindros Diesel 2.5) y casi en su totalidad con la caja automática ZF 4HP, aunque existen unas pocas versiones con la caja manual R-380, y en todas sus opciones de equipamiento: SE, HSE, Vogue, etc., y marcó un hito hasta ahora nunca visto en el país en cuanto a vehículos de lujo, ya que contaba con su estilo completamente innovador y con un equipamiento y prestaciones que hasta ahora solamente se veían en revistas extranjeras.
Suspensión neumática con control electrónico, frenos ABS, control de tracción, airbag, climatizador automático y gestión electrónica de carrocería, motor y transmisión eran equipamiento standard en todas las versiones.
Si bien este modelo apuntaba a un público de alto poder adquisitivo y por tanto el precio de venta era todo menos accesible, en ese momento de la historia argentina el valor del dólar estaba congelado y anclado al peso argentino, lo que sin duda contribuyó al gran éxito comercial de este modelo en el país y se vendió un muy importante número de unidades en todas las versiones.
A partir de 1998 ingresa al mercado local el Freelander, el más nuevo modelo de la marca, con un concepto completamente diferente al de los demás Land Rover fabricados hasta la fecha, básicamente por tener carrocería autoportante y caja de transferencia sin baja. De estos últimos se importaron versiones Diesel de 2 litros (la mayoría) y a nafta de 1.8 litros, (ambos motores marca Rover) y caja manual de 5 velocidades con techo duro y 5 puertas, aunque existen también algunos con carrocería de 3 puertas y también otros con el motor KV6. Este modelo, orientado a competir en un segmento de pequeños SUV, tuvo un éxito considerable y un gran número de unidades encontraron dueño en Argentina.
Con el fin en 2001 del llamado 'plan de convertibilidad', que fijaba la paridad del dólar americano con la moneda argentina a uno por uno y que otorgaba a los residentes de Argentina un poder adquisitivo importante, se inició una de las más importantes crisis de los últimos años. Aproximadamente para la misma época Ford se hizo cargo de Land Rover en el mundo, y la subsidiaria local no dió a la marca la importancia que ésta merecía. La suma de ambos hechos entre otros de menor incidencia dio como resultado una marcada declinación en las ventas de toda la línea de Land Rover. En 2008 Ford vendió Land Rover al grupo Tata, y existe en el país desde entonces una limitada red de concesionarios oficiales que representan también a Jaguar y Volvo.
Aún así, la nueva Serie II del mundialmente exitoso Discovery encontró su lugar en público local y se vendieron un gran número de unidades, si bien significativamente menos que su predecesor. Con el nuevo motor Diesel Td5 y mucho más equipado que la versión anterior tuvo gran aceptación en el país, aún pesando en su contra el mayor grado de complejidad y costos de mantenimiento respecto de la serie anterior. En su mayoría venían equipados con la caja manual R-380, pero hay una buena cantidad con caja automática ZF 4HP. Hay muy pocos V8 con motor 4.0. Una característica de este modelo es que prácticamente todos los que entraron al país vinieron en versión de 7 asientos y con la suspensión neumática trasera. Ahora el airbag y los frenos con ABS eran equipamiento standard, así como el climatizador automático.
El Defender, ahora con el nuevo motor Td5, agrandó el parque automotor de estos vehículos, aunque no reemplazó al viejo y más confiable Tdi. Las diferencias de éste con su antecesor no son muchas además de la motorización; de hecho las únicas diferencias exteriores solamente se notan con una observación detenida de cerca, excepto por los modelos más nuevos que tienen el techo del mismo color de la carrocería. A partir de 2002, el robusto diferencial 'Salisbury' fue reemplazado por más chico de tipo 'Wolf', y muchos vinieron equipados con sistema de frenos con ABS, alarma, cierre centralizado y levanta cristales eléctricos. En estos años casi la totalidad de unidades ingresadas fueron 110, existiendo sólo unos pocos 90 Td5.
El Range Rover tuvo un rediseño completo en 2002, con el nuevo modelo L322 reemplazando al P38.
Esta vez se eliminaron los ejes rígidos, perjudicando la robustez y el comportamiento off-road en favor de las prestaciones en carretera, se mejoró y modernizó el equipamiento y ofreciendo ahora varias opciones de motorización a nafta y Diesel, pero siempre con caja automática. En el país tuvo un éxito moderado debido a su alto valor y por la lenta economía de esa época, pero bastantes unidades de este modelo circulan por estas latitudes en todas sus versiones, que se comercializó hasta que fue reemplazado por la nueva serie en 2013.
El Freelander también se modernizó en 2001, con un nuevo motor Diesel Td4 producido por BMW e inyeccion common rail, reemplazando al Rover 2.0L, pero la versión nafta de 4 cilindros con el ya clásico 1.8 K permaneció casi sin cambios. Ahora hay una versión automática con la caja JATCO de 5 velocidades y algunos más con el picante motor KV6. El exterior también sufrió cambios estéticos y el equipamiento mejoró el de la versión anterior. El resto de la plataforma permaneció casi sin modificaciones hasta el final de la serie en 2006.
A fines de 2003 el Discovery II tuvo un 'facelift', en el que se modernizó su aspecto exterior, fácilmente distinguible de los anteriores por las ópticas delanteras de proyector y otros detalles menores. El interior también se mejoró respecto de la versión anterior y mantuvo este estilo hasta el final de la serie.
En 2006 entraron al país las primeras unidades del completamente nuevo Discovery III (tambien conocido en algunos mercados como LR3), tanto en versiones Diesel TdV6 como el V8 a inyección de nafta y en su casi en su totalidad con caja automática ZF de 6 velocidades. Esta nueva serie comprende un rediseño completo del Discovery, ya que es radicalmente diferente de las dos versiones anteriores, por tener suspensión independiente con pilares tipo McPherson neumáticos, transmisión electrónica, y un concepto totalmente distinto.
En Argentina tuvo un importante éxito de ventas, particularmente la versión Diesel que se comercializó hasta 2009, cuando fue reemplazada por la nueva Discovery Serie 4, que no tiene grandes diferencias con la anterior.
Para esta misma época ingresaron los primeros Range Rover Sport, que a diferencia de lo que se puede pensar no se trata de una nueva especificación de Range Rover, sino que se usó la plataforma del Discovery 3 con otra carrocería e interiores, algunas otras opciones de motorización y un portón trasero enterizo en vez del característico portón dividido. Con un precio más cercano al Discovery que al Range Rover, tuvo un gran éxito comercial en el mundo, y Argentina no fue una excepción.
En 2007 se presentó el nuevo Defender Puma, con motor Duratorq 2.4 litros y caja manual de 6 velocidades provistos por Ford, y un interior completamente rediseñado, con un nuevo tablero de instrumentos, butacas más grandes y ahora con A/A, ABS, alarma, vidrios eléctricos y cierre centralizado como equipamiento standard. Exteriormente las diferencias con el modelo anterior no son muchas, siendo la principal el capot con una 'joroba', la ausencia de ventiletes y el hecho que todos tenían pintura metalizada. Mecánicamente no hay diferencias con el anterior aparte de las mencionadas, y en esta ocasión también casi todos los que hay en Argentina son 110 SW. En 2012 se reemplazó la planta motriz por la nueva versión de la misma, esta vez con una cilindrada de 2.2 litros, que permaneció hasta el último Defender que se fabricó, en 2015.
Aunque se presentó en 2006, recién en 2007 entraron al país las primeras unidades del nuevo Freelander II, completamente rediseñado, más grande y mucho mejor equipado que su predecesor. Las motorizaciones son 2.2 litros Diesel, 6 cilindros en línea nafta, y a partir de 2012 la versión nafta incorpora la planta motriz de Ford de 2.0 litros turbo. Casi todos son caja automática, y se vendieron bastantes unidades de este modelo en el país hasta que cesó su producción en 2016, reemplazado por el nuevo Discovery Sport.
En la actualidad (mediados de 2017) se comercializan en la red de concesionarios oficiales todos los nuevos modelos de la marca: Range Rover, Range Rover Sport, Discovery 5, Discovery Sport y Range Rover Evoque, que por su característica de ser todos ellos vehículos de alta gama no tienen un público masivo pero su inserción en el mercado automotor local no deja de ser interesante y lógico para la actual situación económica argentina.
Por Carlos D. Gaiarin - última revisión Julio 2017
©2016 Carlos Gaiarin